Hola a todos. Soy Ana, y para continuar con la tradición de que las visitas tienen que escribir en el blog, ahí van mis impresiones.
Después de 14 meses esperando, Dublin nos recibió lloviendo a cántaros, supongo que para hacer honor a su fama, pero enseguida llegamos a la casa nueva (preciosa por cierto), Miguel nos trajo la cena del chino (rica, rica) y a descansar para poder empezar a conocer Dublin.
A partir de aquí no cayó ni una gota de agua. El sábado, salimos de casa y pasito a pasito nos plantamos en el centro y "los guias" nos fueron enseñando todo lo que tenía algo que ver y contándonos las curiosidades. Todos los que hemos seguido el blog desde el principio conocemos muchas de las cosas, y era curioso verlas en vivo. El hotel de U2, el puente Half Penny, la señorita Malone (un poco fresca estaba ella), el parque St. Stephen´s Green, bueno cantidad de cosas.
El domingo Miguel nos tuvo que abandonar (trabajaba, pobrecito) y como buenos turistas un paseo en un bus al descubierto nos dio idea de como era la ciudad. Segunda vuelta y bajamos en todo lo que era posible ver, el Trinity College, el parlamento, la cárcel Kilmainham, las avenidas con sus millones de tiendas ( yo entré en algunas e incluso pude comprar, lo digo por aquello de la talla jjjjjj) y sobre todo esos enormes parques verdes, verdes con un césped que parece de moqueta. No creáis que todo era turismo de zapatilla, también parábamos a probar las pintas de Guinness y ver como Fernando Alonso, pasaba del tercer al octavo lugar y luego al cuarto, comentándolo con unos vecinos (españoles) que también entraron en el Temple Bar.
El lunes mas chancleteo, Tamara tuvo que trabajar y los papis (osea nosotros) a patear solos la ciudad, montamos en el Luas y todo, y tengo que decir que Luis era el que mejor se ha manejado de los dos, yo quería enseñar español a todos, desde el portero de la casa, hasta los dependientes de las tiendas. En una de ellas casi lo consigo... el dependiente era español jjjjj.
Por la noche y para despedirnos, cena en el pub y después música en directo. Me encantó. No se si todos los que estábamos allí eramos turistas, pero nos lo pasamos fenomenal. Yo, café irlandés, muy rico y luego a dar palmas acompañando a los músicos. Como esto ya se alarga mucho, quiero deciros que me lo he pasado muy bien. Me ha gustado ver lo bien que se desenvuelven los chicos allí, os aseguro que el inglés casi no tiene secretos para ellos.
Ahora que he aprendido el camino.... pienso volver en cuanto se descuiden. Me han quedado algunas cosas por visitar. Gracias a Juan, que nos ha dejado su habitación y sobre todo gracias a
Miguel y a mi Tamarita. Os quiero
Después de 14 meses esperando, Dublin nos recibió lloviendo a cántaros, supongo que para hacer honor a su fama, pero enseguida llegamos a la casa nueva (preciosa por cierto), Miguel nos trajo la cena del chino (rica, rica) y a descansar para poder empezar a conocer Dublin.
A partir de aquí no cayó ni una gota de agua. El sábado, salimos de casa y pasito a pasito nos plantamos en el centro y "los guias" nos fueron enseñando todo lo que tenía algo que ver y contándonos las curiosidades. Todos los que hemos seguido el blog desde el principio conocemos muchas de las cosas, y era curioso verlas en vivo. El hotel de U2, el puente Half Penny, la señorita Malone (un poco fresca estaba ella), el parque St. Stephen´s Green, bueno cantidad de cosas.
El domingo Miguel nos tuvo que abandonar (trabajaba, pobrecito) y como buenos turistas un paseo en un bus al descubierto nos dio idea de como era la ciudad. Segunda vuelta y bajamos en todo lo que era posible ver, el Trinity College, el parlamento, la cárcel Kilmainham, las avenidas con sus millones de tiendas ( yo entré en algunas e incluso pude comprar, lo digo por aquello de la talla jjjjjj) y sobre todo esos enormes parques verdes, verdes con un césped que parece de moqueta. No creáis que todo era turismo de zapatilla, también parábamos a probar las pintas de Guinness y ver como Fernando Alonso, pasaba del tercer al octavo lugar y luego al cuarto, comentándolo con unos vecinos (españoles) que también entraron en el Temple Bar.
El lunes mas chancleteo, Tamara tuvo que trabajar y los papis (osea nosotros) a patear solos la ciudad, montamos en el Luas y todo, y tengo que decir que Luis era el que mejor se ha manejado de los dos, yo quería enseñar español a todos, desde el portero de la casa, hasta los dependientes de las tiendas. En una de ellas casi lo consigo... el dependiente era español jjjjj.
Por la noche y para despedirnos, cena en el pub y después música en directo. Me encantó. No se si todos los que estábamos allí eramos turistas, pero nos lo pasamos fenomenal. Yo, café irlandés, muy rico y luego a dar palmas acompañando a los músicos. Como esto ya se alarga mucho, quiero deciros que me lo he pasado muy bien. Me ha gustado ver lo bien que se desenvuelven los chicos allí, os aseguro que el inglés casi no tiene secretos para ellos.
Ahora que he aprendido el camino.... pienso volver en cuanto se descuiden. Me han quedado algunas cosas por visitar. Gracias a Juan, que nos ha dejado su habitación y sobre todo gracias a
Miguel y a mi Tamarita. Os quiero