Eran finales de los 80, cuando aun creía en los Reyes Magos, les pedí un juego que era la bomba, el Chincheando. Básicamente era un cartón con un motorcillo debajo que lo hacía vibrar. La misión era capturar chinches de plástico de colores mientras saltaban por la vibración del cartón. La emoción de los Reyes me llevó a despertarme como a las 6 de la mañana para estrenar mi regalo. El ruido del motorcillo era infernal lo cual me costó más de una colleja, ya que desperté a mi familia y a algunos vecinos y tuve que esperar algunas horas para poder jugar a tan absurdo juego.
Pues casi 20 años después me ha tocado volver a jugar, quien me lo iba a decir... Sólo que esta vez los chinches eran de verdad, de esos que te chupan la sangre mientras duermes y se esconden durante el día. El descubrimiento fue el martes a las 3 de la mañana y ya no pude dormir esa noche, pase la noche pensando como íbamos a hacer la mudanza para volver a Madrid antes de que acabara el mes. Sin duda la peor noche que he pasado en este país. Con la luz del nuevo día se aclaró mi mente y ya empezamos a buscar soluciones un poco menos drásticas.
Finalmente esta en vías de solución. Hemos tirado el colchón y toda la ropa de cama excepto unas sabanas que lavamos a 60º. Y mañana viene un exterminador de una empresa de plagas para destruir a esos parásitos chupasangre del infierno, que por cierto llevan poniéndose las botas varias semanas. No sabemos exactamente cuando vinieron, posiblemente nos los trajimos de algún hotel (Londres, Paris, Edimburgo...). Aunque nunca habían atacado con la virulencia del martes. Hasta que estén completamente erradicados dormimos en el salón, en el colchón hinchable.
En fin, un mal trago interesante. La próxima semana podemos tener buenas noticias para compensar, porque podría tener una promoción en el trabajo, se trata de la misma posición, pero más especializado y con nuevas tareas, horarios más flexibles (para la empresa). De hecho la posición se llama igual pero nivel 2, es como convertirse en Superguerrero para Goku, pero no se me pondrá el pelo rubio ni nada de eso. La entrevista; la semana que viene.
Pues casi 20 años después me ha tocado volver a jugar, quien me lo iba a decir... Sólo que esta vez los chinches eran de verdad, de esos que te chupan la sangre mientras duermes y se esconden durante el día. El descubrimiento fue el martes a las 3 de la mañana y ya no pude dormir esa noche, pase la noche pensando como íbamos a hacer la mudanza para volver a Madrid antes de que acabara el mes. Sin duda la peor noche que he pasado en este país. Con la luz del nuevo día se aclaró mi mente y ya empezamos a buscar soluciones un poco menos drásticas.
Finalmente esta en vías de solución. Hemos tirado el colchón y toda la ropa de cama excepto unas sabanas que lavamos a 60º. Y mañana viene un exterminador de una empresa de plagas para destruir a esos parásitos chupasangre del infierno, que por cierto llevan poniéndose las botas varias semanas. No sabemos exactamente cuando vinieron, posiblemente nos los trajimos de algún hotel (Londres, Paris, Edimburgo...). Aunque nunca habían atacado con la virulencia del martes. Hasta que estén completamente erradicados dormimos en el salón, en el colchón hinchable.
En fin, un mal trago interesante. La próxima semana podemos tener buenas noticias para compensar, porque podría tener una promoción en el trabajo, se trata de la misma posición, pero más especializado y con nuevas tareas, horarios más flexibles (para la empresa). De hecho la posición se llama igual pero nivel 2, es como convertirse en Superguerrero para Goku, pero no se me pondrá el pelo rubio ni nada de eso. La entrevista; la semana que viene.
3 comentarios:
Maldición!
Bueno, por lo menos suerte para es ascenso.
Cuidaos!
Es que las chinches son muy malas con los que no creen en los Reyes Magos. Y tambien a cada edad el juego varía aunque basicamente sean los mismos... la difucltad va creciendo, subimos de nivel.
Bueno espero que tarden otros 15 años o así en volver a subir de nivel, el tema de los bichos claro. El tema del curro puede ir más rápido, no me importa. Seguiré informando.
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