Día 160; Viaje a Inglaterra (4ª parte; El desenlace)

Ya estamos de vuelta en Dublin, donde nos ha recibido un cielo impoluto de nubes, si, si, habéis leído bien y no es ironía, al bajar del avión pudimos contemplar el cielo azul sin una nube, pero eso sí, un frío de pelotas.

Ayer fue un día más tranquilo comparado con el ajetreo de los días anteriores. Nos levantamos tarde y nos fuimos de paseito por Cambridge, pero la lluvia y el frío no descansaron, así que nos fuimos a casa a jugar al Monopoly, para que Tamara nos desplumara sin piedad. Esta mañana nos levantamos bien pronto, Juanito (El Inglés) nos acompañó a la estación de tren a esas horas intempestivas, el pobre, y partimos sin mayores problemas de vuelta.

El viaje estuvo genial, con mucha chicha para los pocos días que estuvimos. Yo personalmente fui tremendamente sorprendido por Cambridge, y quien tenga la oportunidad que vaya porque es una pasada. Es una ciudad de cuento por su arquitectura, superó muy ampliamente las espectativas. Londres también muy chulo, como me lo esperaba, con sus grandes monumentos y sus gentes con toda la prisa del mundo. Mucho frío, mucho más que aquí y mucha lluvia, eso como aquí. Y caro, pero caro, carísimo. Todo es caro, las cosas cuestan más libras que euros y una libra son casi 1,5 euros...

Las fotos ya tienen todas nombre, para quien quiera saber que es cada cosa. No son muy buenas porque las condiciones climatológicas no eran las idóneas, pero alguna salió chula y tengo reservadas para CLICK!.

Olvidando los percances, en los que prefiero no pensar, como perder el primer avión (regalito a Aer Lingus) y a la vuelta perder la PSP (regalito a Ryanair) ha sido un gran fin de semana.